Mycelium: The Hidden Hero of the Ecosystem

Micelio: El héroe oculto del ecosistema

En las profundidades del suelo, donde apenas llega la luz del sol, yace una red viva y dinámica que conecta plantas, minerales y microorganismos: el micelio. Menos visible que los coloridos cuerpos fructíferos de los hongos, el micelio constituye la columna vertebral de bosques y praderas, desempeñando un papel vital en la salud de nuestro planeta. En este artículo, exploraremos qué es el micelio, cómo funciona dentro de los ecosistemas y por qué merece nuestra admiración y protección.

¿Qué es el micelio?

El micelio es la red de filamentos —llamados hifas— que constituye la parte vegetativa de los hongos. Estas hifas se extienden por su sustrato (suelo, madera o materia orgánica en descomposición), buscando nutrientes y estableciendo conexiones con otros organismos. Si bien el cuerpo visible del hongo (el cuerpo fructífero) es responsable de la reproducción, es el micelio el que realmente sustenta al hongo y, por extensión, al ecosistema que habita.


Estructura y crecimiento

Hifas: Células alargadas que se ramifican sin cesar, aumentando la superficie de absorción.

Red micelial: Millones de hifas interconectadas pueden abarcar enormes áreas; en algunos bosques, se estima que un solo individuo de Armillaria ostoyae (el “hongo de la miel”) cubre más de nueve kilómetros cuadrados.

Expansión dinámica: El micelio crece hacia fuentes ricas en carbono y nitrógeno, ajustando su propagación en función de la disponibilidad de recursos.

Funciones ecológicas clave

Reciclaje de nutrientes

El micelio descompone la materia orgánica compleja —hojas, madera muerta y otros restos— en compuestos más simples (azúcares, aminoácidos, minerales). Este proceso devuelve carbono, nitrógeno y fósforo al suelo, poniéndolos a disposición de las plantas y los microorganismos.

Micorrizas: La alianza entre plantas

Muchos hongos forman relaciones micorrícicas con las raíces de las plantas. El micelio aporta agua y nutrientes (especialmente fósforo), mientras que la planta proporciona azúcares producidos mediante la fotosíntesis. Esta colaboración aumenta la resistencia de la planta frente a la sequía y las enfermedades.

“Internet” clandestino

Investigaciones recientes demuestran que el micelio actúa como una red de comunicación forestal, permitiendo el intercambio de señales químicas y nutrientes entre árboles y plantas. Por ejemplo, un árbol atacado por una plaga puede enviar señales de alerta a través de la red micelial para avisar a sus vecinos.


Impacto en la conservación y la biorremediación

El potencial del micelio se extiende más allá de los bosques naturales:

  • Biorremediación: Ciertas especies de hongos pueden degradar contaminantes como hidrocarburos, metales pesados ​​y pesticidas, limpiando el suelo y el agua.

  • Restauración de suelos: En tierras erosionadas o degradadas, la inoculación con micelio acelera la recuperación de la estructura y la fertilidad del suelo.


Micelio y salud del suelo

Un suelo sano depende de una buena estructura, aireación y contenido orgánico. El micelio mejora la porosidad del suelo al crear canales para el flujo de aire y agua, y aporta materia orgánica estable al formar humus. Estos efectos favorecen la germinación de las semillas, el crecimiento de las raíces y la retención de agua, aspectos cruciales en climas extremos.



Aunque invisible a simple vista, el micelio es una fuente inagotable de vida y resiliencia en los ecosistemas terrestres. Su capacidad para reciclar nutrientes, fortalecer las plantas y contribuir a la restauración ambiental lo convierte en un recurso indispensable e impresionante.

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